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¿Qué es la paternidad responsable o activa?

¿Sabías que el tercer domingo de junio se celebra el Día del Padre en México? Este año será el 16 de junio de 2024. De acuerdo con datos recopilados por el INEGI en 2020, en México alrededor del 47% de los hombres de entre 15 y más años tienen este rol. 

La paternidad es una etapa que inician los hombres tanto al momento de nacer o adoptar a sus hijas o hijos, como al integrarse a una familia donde las y los hijos ya estaban presentes. Al ser un rol que se ejerce dentro de la sociedad, se ha visto modificado por los diferentes cambios que ésta ha tenido a lo largo de los años.

¿Existen tipos de paternidad?

En la actualidad, en México y el mundo existen diferentes tipos de paternidad. El Fondo de Población de las Naciones Unidas las cataloga en tres: 

  • Aquellas donde existen acuerdos que promueven una distribución equitativa entre las personas involucradas en la crianza de las y los niños; donde se comparten las tareas de cuidado hasta las responsabilidades socioeconómicas. A este tipo de paternidad, se le conoce como “paternidad activa” o “paternidad responsable”. 
  • Aquellas donde el padre, además de cumplir con su rol de proveedor, procura involucrarse en algunas actividades de la vida de sus hijas e hijos.
  • La paternidad tradicional, donde impera el ser proveedor y sólo participa en la vida de sus hijas e hijos cuando su tiempo se los permita, principalmente fines de semana. 

Si bien es cierto que definir qué tipo de paternidad se quiere ejercer es una elección personal, existen varias barreras —socioeconómicas, institucionales, jurídicas, culturales y de estereotipos de género— que podrían llevar a un hombre a seguir un rol más tradicional que el que ellos quisieran. Los padres que buscan disfrutar de una paternidad activa con sus hijas e hijos, podrían a llegar a observar las siguientes ventajas: 

  • Un fuerte vínculo afectivo: Al participar activamente en el cuidado diario y la crianza desde el embarazo hasta la adolescencia de sus hijas e hijos, los padres fomentarán un fuerte vínculo afectivo con ellas y ellos, lo que podrá trascender hasta su vida adulta. Asimismo, se contribuye al desarrollo integral de las personas, desde su salud física y mental, hasta su soltura en lo social en todas las etapas de su vida.

  • Cambio en la percepción de roles de género: Cuando los padres se hacen corresponsables de las tareas de cuidado con las madres —además de ayudar a que ellas reduzcan su carga emocional y física— hacen visible a sus hijas e hijos que “está bien” que los hombres se involucren en las tareas del hogar. De esta forma, la paternidad activa promueve infancias libres de estereotipos de género desde la casa y es una práctica aliada contra la violencia infantil y de género.

  • Mejoras en su salud mental: La experiencia de la paternidad genera cambios psicológicos en los hombres, por lo que instituciones como la UNICEF han estudiado los beneficios de la paternidad activa a los hombres, destacando que genera un mayor bienestar y sentido de realización en los hombres —disminuyendo la posibilidad de suicidio y las tendencias a generar adicciones y aumentando su participación en actividades físicas y comunitarias—. 

 

Un padre de familia cargando a su hijo menor en un voluntariado de reforestación.

Una mirada a la paternidad

El primer acercamiento que Ricardo Córdova, papá de dos hijas y colaborador de Fundación Coppel, tuvo con la paternidad fue al convivir con sus sobrinos. Uno de ellos lo llamó papá cuando era chiquito y, antes de tener a sus hijas, pensó que al jugar con él y regresarlo con su papá y mamá cuando lloraba era lo más cercano a ser padre. 

Sin embargo, su idea de paternidad cambió con sus hijas. Recuerda que fue inmensamente feliz con su llegada y que hubo algo parecido a un «clic» en su cabeza cuando las vio. Desde su experiencia, la mejor versión de él como persona, apareció una vez se volvió padre: 

“Me volví una persona más sensible, más empática, menos egoísta y con una perspectiva que trasciende mi vida misma. Con mis hijas se me despiertan las ganas de compartir cosas, de verlas contentas, de ayudarlas a que exploten todo su talento y sean plenas y felices. Siento por ellas un amor profundo, poderoso e insustituible y no pido nada a cambio. Es así y así está bien.”

Para su futuro, Ricardo sólo espera que sus hijas tengan una vida llena de momentos que las hagan felices, con vivencias maravillosas en lo personal, profesional y espiritual. Y que tengan la certeza de que pueden disfrutar de su libertad porque él siempre estará cuando ellas lo requieran: “ahorita las dos tienen 17 años y no me necesitan a su lado todo el tiempo, pero yo estoy listo para cuando me piden un consejo o un chiste. Me gusta compartir con ellas un café, una anécdota, o cualquier momento. Yo seré feliz si ellas se dedican a hacer lo que les haga felices y si deciden que me quieren hacer partícipe de su vida en sus diversas etapas. Me siento orgulloso de ellas siempre y no necesito ninguna otra razón para amarlas como lo hago”. 

Si eres papá o conoces a alguien que esté a punto de serlo y está interesado en explorar diferentes tipos de paternidades, podrías recomendarle los siguientes materiales: 

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