En las zonas de alta marginación de Culiacán, donde pareciera que el destino es otro, hay una esperanza que ha brotado de la mano de un proyecto ecológico.
Semilla a semilla, el proyecto Espacios Verdes Apropiados (EVA), acreedor del Premio Nacional Monte de Piedad 2021, e iniciativa del Jardín Botánico Culiacán, no sólo ha traído un respiro a través de los árboles, sino del sentido de comunidad y el acceso a áreas de convivencia dignas para los habitantes de estos espacios urbanos.
“Es un programa que busca crear voluntades en las comunidades que están organizadas a través de comités vecinales, en las cuales colaboramos con Parques Alegres, que es la organización de la sociedad civil que los apoya a que participen, y con el Ayuntamiento de Culiacán, que es dueño de los predios o parques”, explica Bárbara Apodaca, directora de la Sociedad Botánica y Zoológica de Sinaloa IAP.
“Los parques que están subutilizados son escondites para hacer actividades ilícitas, no tienen áreas verdes dignas, ni infraestructura, y tienen problemáticas sociales. Son estacionamientos, puntos de encuentro de ‘punteros’, de narcomenudeo”.
Esas zonas tan “áridas”, literal y simbólicamente, son transformadas con el apoyo de la comunidad y de las organizaciones participantes en parques que a su vez modifican el medio ambiente y regeneran tejido social. Lo primordial del proyecto ha sido generar el sentido de comunidad y apropiación del espacio entre vecinos.
“Uno de los grandes retos ha sido llegar a comunidades donde nos ha tocado presenciar que no se conocen, no hay contacto entre vecinos”, destaca Apodaca.
Espacios Verdes Apropiados, que arrancó en 2014 y ha beneficiado directamente a más de 1600 personas y 50 familias, ha contado además del apoyo del premio al que fueron acreedores, con el respaldo constante del Jardín Botánico Culiacán, el gran sueño materializado del ingeniero Carlos Murillo Depraect, quien hace 35 años comenzó a forjar este lugar en el que confluyen 15 colecciones botánicas, 40 obras de arte de artistas como James Turrel o Gabriel Orozco, y el diseño de la arquitecta mexicana Tatiana Bilbao.
A su vez, el Jardín Botánico ha sido apoyado a lo largo de su historia por Fundación Coppel a través de programas educativos, de diseño de espacios públicos y diseño de parques como los que restaura el proyecto.
En el futuro cercano, el proyecto EVA busca restaurar 3 parques anualmente, impactar a nivel estatal y en los años siguientes sumar más esfuerzos
“Si pudiera hacer un llamado sería a convocar a más voluntarios para apoyar desde el diagnóstico o en el proceso, mientras hacemos actividades de coherencia o cohesión, o en el proceso final de instalar y activar los parques”, indica Apodaca.
“Puede que no beneficie a tu parque directamente, pero sí a una comunidad que habita en tu ciudad, con mayores índices de violencia intrafamiliar, y que puede contribuir a regenerar las áreas que no todos tienen la oportunidad de visitar”.
Si te interesa colaborar o contribuir con este proyecto escribe un correo a contacto@botanicoculiacan.org.